Recibir en casa es todo un arte

Cuando invitamos a amigos y familiares a casa, queremos agasajarlos con todo lo mejor que tenemos. Muchas veces nos fijamos más en la cantidad, dejando de un lado la calidad y las buenas maneras.

Por ello tanto si hemos organizado un almuerzo formal o una cena más relajada, si seguimos unas recomendaciones básicas de protocolo conseguiremos que el evento se desenvuelva con sencillez, naturalidad y cortesía.

Invitaciones

Dependiendo si vamos a realizar un evento formal o informal enviaremos unas invitaciones impresas o bien verbales, todo dependerá de la formalidad que le queramos dar al acto.

Las invitaciones impresas han quedado relegadas a actos oficiales o bodas. Mientras que en aspecto más familiar las invitaciones se realizan verbalmente.

Es bueno enviar la invitación ya sea verbal o escrita por lo menos 15 / 7 días antes del evento.

Si fuese muy formal deberemos introdcuir el dess code necesario para asistir a la fiesta o almuerzo.

En casa

En este caso las aspectativas e implicación es mayor, ya que somos nosotros los que nos tendremos que ocupar de todo, menú, vinos, decoración, arreglo de mesa. Aún pudiendo contar con la ayuda de un catering o cocina externa, el resto de nuestra casa debe aparecer espectacular.

El trabajo del anfitrión es mucho mayor en esta situación.

Recepción invitados

Los anfitriones deben ser los encargados de dar la bienvenida a los invitados. Lo correcto es saludarles y hacerles que pasen a la sala donde se encuentran el resto de invitados o bien donde se procederá a tomar un pequeño cóctel, antes de entrar en la sala principal.

No es correcto tener a los invitados cerca de la puerta mucho tiempo, al igual que hablar distendido con ellos. Los anfitriones se deben a todos los invitados y después de la cena tendrán más tiempo de seguir con las conversaciones.

Presentar a los invitados

Otra de las funciones del anfitrión es hacer de nexo entre los diferentes invitados e ir presentado unos a otros, siempre y cuando no se conozcan entre ellos.

Dinamizar

Un buen anfitrión debe estar pendiente de sus grupos de invitados e impedir que se creen silencios molestos o incómodos entre ellos. Unos buenos anfitriones deben saber introducir temas de conversación, proponer argumentos de interés para todos y ser buenos moderadores.

Distribución de los invitados

El anfitrión en este caso debe conocer muy bien a sus invitados, sobre todo para conocer quien tienen mejor afinidad entre ellos o bien quienes son rivales.

Lo más normal es utilizar una presidencia francesa, ocupando el centro del lateral de la mesa los anfitriones y dejando la derecha de cada uno de ellos para los invitados de mayor honor.

Alternaremos hombres con mujeres y al ser posible separaremos las parejas, generaremos grupos que tengan cosas en común para que la velada sea distendida, agradable y sobre todo amena.

El menú

Cuando realizamos el menú o lo ordenamos a un catering tenemos que tener en cuenta tres cosas:

  • La época del año
  • La hora del día del evento
  • La buena digestión de sus invitados

Por ello debemos dejar las recetas más contundentes para las horas del almuerzo y las más ligeras y livianas para la cena.

También tendremos que tener en cuenta el color de los alimentos. El color verde se asocia a los vegetales y por ello es saludable, el blanco a los lácteos y lo identificamos como ingredientes puros y buenos, el naranja a los cítricos y por lo tanto a las vitaminas. Hay un color especial que debemos evitar es el azul, no se encuentra en su forma natural dentro de la naturaleza, por ello dentro del menú de una mesa podría causar rechazo.

A la hora de componer nuestro menú debemos ser consciente de aquello que sabemos cocinar y no inventarnos recetas extrañas, que por muy famosas que sean si no sabemos llevarlas a la práctica mejor serán evitarlas.

Podemos jugar con un plato sencillo combinándolo con dos salsas o guarniciones diferentes.

La mesa

La mesa debe estar dispuesta de tal modo que sea fácil y cómodo para el invitado moverse por la misma.

Es fundamental a la hora de componer y vestir una mesa, saber si vamos a organizar una cena o almuerzo formal o informal.

Si nuestra mesa es formal colocaremos a la derecha todos los elementos de beber como las copas (copa de agua, vino tinto y vino blanco) y a nuestra izquierda los de comer, como el plato de pan. En el centro los platos y a sus lados los cubiertos.

La colocación de los cubiertos depende del tipo de menú que serviremos. Si lo primero es una sopa colocaremos la cuchara al lado derecho lo más alejada del plato, seguida de una pala de pescado (si ofrecemos en nuestro menú pescado) y un cuchillo de carne. En el lado izquierdo encontraremos los tenedores correspondientes, primero el de pescado seguido del de carne.

La servilleta la podemos colocar tanto a la izquierda como a la derecha.

Si el almuerzo o cena fuese más informal, carecemos de algunos elementos, no ofreceríamos tantos platos y nos limitaremos a dos tipos de copa (agua y vino tinto o blanco en función de si ofrecemos un menú de pescado o carne).

La decoración de la mesa

El protocolo es muy estricto con respecto a esto, permite algún centro floral en almuerzos o cenas y velas solo en esta última situación.

Deben ser pequeños adornos que no obstaculicen la visual de los comensales y sobre todo que no posean olor, ya que interferiría con los sabores y aromas de la comida.

En mesas más informales podemos jugar un poco más con los colores y formas, pero siempre respetando el tamaño del adorno y sus olores.

La despedida

La despedida es una acción tan importante como la bienvenida.

Debemos despedir a nuestros invitados agradeciéndoles la estupenda velada que hemos pasado y mandando recuerdos para aquellos que no pudieron asistir.

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