El vino es un elemento esencial dentro de nuestras mesas, por ello saber elegir el vino adecuado, la copa correcta que lo acompañe en base a su consistencia y saber cómo beberlo son elementos igual de importantes que la propia calidad del mismo vino.
Una copa para cada tipo de vino
El tipo de vidrio a elegir es fundamental. No es solamente una cuestión de diseño y forma, sino que una copa adecuada en base al vino elegido permitirá exaltar máximo algunas características peculiares del vino.
Por un lado tenemos las copas básicas de cristal y tallo largo ideales para vinos, su tallo largo nos permitirá asir la copa por el tallo evitando que la mano toque el cáliz y de este modo que se pueda recalentar la bebida.
¿Cuántos vasos hay en la mesa? como mínimo tres en situaciones formales: uno para vino tinto, uno para vino blanco y otro para agua, se puede agregar un cuarto para vino espumoso. Todas las copas deben colocarse en la parte de la derecha, colocando en primer lugar y más a la izquierda la copa de agua, seguida por la de vino tinto y por último la de vino blanco. Nunca colocar más de cinco copas en una mismo mesa.
Si la mesa fuese informal el número de copas que encontraríamos sería dos, una para el agua y otra para el vino tinto o blanco (depende del menú).
La copa adecuada para el vino blanco
Los vinos blancos deben servirse en copas largas y no muy anchas, para que expresen todo el frescor y notas frutales que los caracterizan.
Una pequeña y útil distinción: para vinos blancos, ligeros y frescos, la copa tulipán es perfecta, siendo ideal para oxigenar el bouquet afrutado y floral de estas etiquetas.
Para vinos aromáticos más complejos y añejos, la copa “Rin” es adecuada para realzar sus aromas.
La copa perfecta para los vinos tintos
Según la etiqueta del vino, las copas más grandes y acampanadas en forma de tulipán deben elegirse para los vinos tintos, que necesitan un mayor contacto con el oxígeno para liberar su complejidad. Estas son las copas Grand Balloon, Small Balloon, Burgundy.
La copa ideal para los vinos espumosos
Para los vinos espumosos: Franciacorta, Prosecco, Metodo Classico y Champagne, la flauta se usa generalmente para los secos. Si las burbujas son dulces, prefiera una taza de vidrio.
Cómo servimos el vino?
A la hora de servir el vino tenemos que seguir las mismas reglas de etiqueta, que para servir la comida, así que primero serviremos a las mujeres y luego a los hombres, el último en servirse será e anfitrión que es el encargado de las bebidas en caso que no cuente con personal de servicio, o el último al que servirán si contase con él.
Tanto para las mujeres como para los hombres hay que respetar las edades: empezamos a servir a los menos jóvenes de la mesa.
Dónde colocamos las botellas?
¿En la mesa o en el carrito? La etiqueta quiere que las botellas que se sirvan sean visibles para los comensales, pero no sobre la mesa.
Las mesas auxiliares pueden ser un buen instrumento para dejar las botellas, una vez que hayamos servido a nuestros comensales.
El vino al igual que el agua y otros líquidos siempre vendrá servido por la derecha.
Cómo descorchar una botella
Cuando se descorcha una botella, se debe quitar el tapón lentamente: es un ritual suave.
En caso de demasiada espuma, espere un momento antes de verter el vino; los vasos siempre deben llenarse de modo que baje la espuma.
Cuanto se debe llenar la copa
Lo ideal es no llenar el vaso más de dos tercios. Para vinos tintos con cuerpo, servidos en copas muy grandes, solo llene un tercio de su capacidad.
El llenar esa cantidad tiene que ver con la idea de poder perseverar los aromas y textura del vino por más tiempo y que su temperatura siempre sea la ideal.
¿Cómo se sostiene la copa?
El vaso debe sujetarse por el tallo y no por la parte del cáliz, ni por la base de la copa, de este modo nuestra mano no calentará la bebida y siempre mantendrá su temperatura adecuada para ser bebida.
También evite hacer girar el vino en la copa, imitando a entendidos y sommeliers.
En el momento que le sirvan no levante la copa, las copas permanecerán siempre sobre la mesa, excepto cuando nos las llevemos a la boca para beber.
Tampoco coloque la mano sobre la boca de la copa para indicar que no desea más vino, basta con mirar al camarero o al anfitrión y con palabras decir » no deseo más, gracias».
Errores que debemos evitar
Evitar usar vasos o copas de plástico, solo el cristal o el vidrio en su defecto serán los bienvenidos.
Las copas donde se sirva vino deberán de ser transparentes, nada de copas de colores. El vino se debe apreciar también a través del cristal de la copa.
Cuando quede poca cantidad de vino en la copa y decida beberla, nunca tire la cabeza hacia atrás para terminar esas últimas gotas. Mejor no beberlas o esperar a que le sirvan más y así será más fácil beber de la copa, sin necesidad de llevar el cuello hacia atrás.
Tenga en cuenta el maridaje, siempre hay que elegir vinos que casen bien con el menú que vayamos a servir en la mesa.
Cuando la botella esté terminada no se debe poner boca abajo (¡para presumir de haberla bebido!). No es necesario.
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