Los buenos modales en los niños

La educación de nuestros hijos es una de las cosas que más preocupan a los padres. Queremos que nuestros hijos sean educados, respetuosos y amables con el prójimo, en definitiva que se comporten bien.

Para ello los padres tenemos que amalgamar la educación que reciben en casa, con la escuela o colegio. La educación en el hogar es la primera y fundamental de hecho los niños imitan el comportamiento y modales de los padres, de ahí que si seguimos un patrón adecuado de buena educación nuestros hijos también lo harán.

Sin embargo no solo son el ejemplo sirve, tenemos que ser constantes en nuestro día a día y hacerles comprender que comportamientos están bien y cuales no. Como siempre sugiero lo mejor es hacerlo con ejemplos, para que así el niño lo comprenda de una forma clara y sencilla.

La educación es uno de los valores más importantes y por desgracia a día de hoy poco valorados. Un niño educado tendrá abiertas las puertas de todos los lugares, poseerá mayor confianza en sí mismo y se adaptará mejor a nivel social.

Sin embargo las compañías que frecuentan los niños también son influyentes en su educación, por eso hablamos normalmente de buenas y malas compañías.

Es muy importante que los padres conozcan los amigos que frecuentan sus hijos, como se comportan con sus padres, en la calle y entre ellos. Y valorar si lo que les aportan a nuestros hijos es positivo o por el contrario es una mala influencia.

Los padres tendrán que obrar con base a aquello que quieran para sus hijos, que alejarlo de las malas amistades es una buena opción para garantizar la buena educación de los niños.

Para garantizar la buena educación debemos ser prudentes y constantes, No debemos ser demasiado pesados, ni tampoco olvidadizos, debemos dar la justa dosis a fin que el niño entienda de que hablamos y consigamos nuestros objetivos.

El niño educado no tiene porque ser introvertido, ni tampoco descarado. No debe ser temeroso, sino sociable y abierto. Por ello es importante que en cada corrección que realicemos, la hagamos en privado, sin gritar y con ejemplos.

Puede set extrovertido y sociable siendo muy educado.

Los padres debemos recordar que somos el capitán del barco y que mandamos nosotros, no debemos sucumbir a los deseos de los niños convirtiéndoles en deseadores de caprichos y malcriándolos.

Buenos modales por parte de los padres y dosis correctivas es su justa medida es la receta para el éxito educacional

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