Empezamos a entrar en el periodo de las bodas, la próxima primavera y verano es el momento elegido por los novios para darse el sí quiero.
La duda que nos surge cuando recibimos una invitación de boda, qué me pongo?
No es nada fácil ser la invitada a una boda, pero siguiendo estas pequeñas reglas nos convertiremos en las invitadas perfectas.
Uno de los elementos más importantes, en este caso, es el vestido. La primera regla que tenemos que cumplir es que no sea ni negro ni blanco. Si seguimos el protocolo es negro es el color destinado a los entierros, mientras que el blanco y sus derivados son los protagonistas del traje más especial de la celebración, el traje de la novia.
Si la boda es de día, nos limitaremos a llevar un traje midi o a media pierna. Ojo! con los vestidos mini, no son lo más elegantes para un evento de esta indole. Los vestidos largos, siguiendo el protocolo, son para la tarde o la noche.
Al ser de día evitaremos los brillos y las pedrerías excesivas, un pequeño toque de luz en un accesorio será más que suficiente.
Podemos llevar pamelas y tocados, recuerda que si eliges un accesorio para lucirlo en la cabeza no te lo podrás quitar durante toda la boda. Por ello a la hora de escoger uno u otro siempre que sean cómodos.
En cuanto a las joyas, no olvidar nunca que la verdadera protagonista es una misma, y que el accesorio sirve para complementar no para restar importancia a quien lo lleva. Joyas discretas como pequeños diamantes o perlas será más que suficiente.
El maquillaje debe ir acorde con la hora del día que nos encontremos. Menos maquillaje y más naturales si la boda a la que vamos a asistir es por la mañana.
Siempre usaremos la regla del menos es más , en todos y cada uno de estos conejos