Las palabras mágicas de la buena educación

¿Cuántos dicen “por favor”, “gracias”, “de nada”, “lo siento”? Son palabras muy simple, pero parece muy difícil para la mayoría de las personas.

La educación comienza en la familia, pero en el hogar todo parece debido y saber cómo pedir, agradecer, disculparse, se considera superfluo, casi inútil.

Si bien, en cambio, “por favor”, “gracias”, “de nada”, “lo siento” son verdaderas “palabras mágicas”, fundamentales y esenciales en el alfabeto de los buenos modales, ya que traen respeto, amabilidad y, por lo tanto, son signos de buena educación.

Las palabras que logran realmente abrir “mágicamente” todas las puertas, pudiendo salvar a cualquiera de las meteduras de pata y errores.

Como todas las palabras de la buena educación, no tienen sexo ni edad, y sobre todo no pertenecen a clases o jerarquías, sino que deben otorgarse no por formalismo estéril, sino con una sonrisa en sus labios, con generosidad, siempre y en cualquier caso.

Por otro lado, hoy en día, pocos saben disculparse, por lo que se codean, se empujan, responden sin ninguna buena creatividad, pisotean descuidadamente, como si la paciencia de los demás no fuera más que el conejillo de indias de un experimento de resistencia.

En nuestros días, pocas personas saben cómo disculparse, porque disculparse parece casi un gesto de humillación.

De hecho, los modales comienzan con “palabras mágicas”, en realidad, lleva un minuto agradecer, saludar, disculparse o incluso hacer una sonrisa, y esto marca la diferencia para las personas con las que interactuamos.

Por favor

Tiene el poder de convertir un comando en una solicitud.
Con “por favor” expresamos simultáneamente respeto y consideración hacia las personas con quienes estamos interactuando; junto con “gracias” es una de las dos maneras más importantes universalmente reconocidas.

Gracias

La mayoría de las personas saben cómo expresar gratitud por los regalos, reconocimientos o favores, pero a menudo nos olvidamos de reconocer y mostrar gratitud por las cortesías diarias que recibimos, como, por ejemplo, cuando alguien sale y nos abre la puerta.
Expresar gratitud es una marca de civilización.

Disculpe

“Disculpe”, “Perdóname” son todas expresiones de conciencia que indican que hemos molestado a alguien.
¿Golpeaste a alguien en el metro? “Disculpe” hace que la persona se dé cuenta de que no fue intencional y aplaca cuál podría ser la reacción.

Ningún acto de bondad, por pequeño que sea, se desperdicia.

Son palabras muy poderosas para la capacidad que tienen de crear una comunicación positiva.

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