Los bombones o chocolates pueden ser una buena opción regalo cuando alguien nos invita a su casa. Pero antes de elegir si llevar una caja de chocolate al anfitrión deberíamos de repasar una serie de normas que nos ayudarán a saber comerlos , ofrecerlos y regalarlos.
Siempre es el mejor regalo
En caso de duda sobre qué traer con motivo de una invitación, la mejor solución es siempre el chocolate.
Una caja de bombones surtidos es un regalo poco exigente, pero adecuado para múltiples ocasiones: no interfiere con el menú y se puede comer al final de la cena, evitando cualquier vergüenza.
Siempre de Calidad
Como se ha dicho, regalar chocolate siempre es una buena idea, más aún que vino o flores, siempre que sea de buena calidad.
Si tiene que hacer un regalo, elija creaciones hechas a mano o productos de pastelería que sin duda sean más adecuados para esta tarea que las producciones industriales.
Causará una mejor impresión a los ojos de quienes los reciben (que no los verán como chocolates banales) y el paladar también lo agradecerá.
Atención a las Intolerancias
Si no conoce bien a los anfitriones o invitados, sería mejor evitar los productos que pueden ser problemáticos para las personas con intolerancias o alergias (por ejemplo, lactosa o frutos secos).
En caso de duda, un buen chocolate negro es el que se puede comer más serenamente.
Sin embargo, tenga cuidado y lea bien las etiquetas o consulte con el pastelero para estar realmente seguro de lo que contiene específicamente el producto elegido.
Chocolate y Niños
Puede parecerle extraño, pero si no desea ser odiado por amigos con hijos, evite darles a sus hijos, especialmente si son pequeños, chocolate por la noche.
Tiene un efecto muy emocionante en muchos niños y crea una sobrecarga emocional que es difícil de manejar. En duda, por lo tanto, mejor evitar.
Cómo ofrecerlo y Servirlo
Uno de los grandes dilemas es: ¿cómo puedo ofrecerlos a amigos y familiares de una manera elegante? La mejor solución si se trata de una tableta es partirla en pequeñas porciones y colocarlas en tazones especiales.
Servirlos en recipientes de vidrio o cristal o cuencos de porcelana.
Además, cada uno de ellos irá acompañado de unas pinzas de comida o, en ausencia, de una espátula o cuchara para permitir que los invitados tomen el chocolate sin tocar el contenido del tazón con las manos.
También existe la posibilidad de sacar la tableta de chocolate sobre una tabla de madera y un partidor para que cada uno se sirva el pedazo deseado.
Cómo se comen
Normalmente los bombones y tabletas de chocolate se sirven con una pinza con la que podemos servir el bombón directamente sobre nuestro platito. Nunca cogeremos el producto de la pinza y luego nos lo comeremos.
También cabe la posibilidad que los chocolates se presenten sin pinzas, en ese caso utilizaremos nuestros dedos para llevarlos al platito y luego de ahí comerlos de un solo bocado.
Si el bombón se presentase con una envoltura de papel, lo cogeríamos con las pinzas o con las manos el pedazo de chocolate junto con el papel, lo depositaríamos sobre nuestro platito y luego con los dedos y de un solo bocado nos lo comeríamos, dejando el envoltorio a un lado del platito.
La combinacion vintage
El chocolate se sirve como dulce acompañamiento de un café, un té negro y es el maridaje perfecto para un licor o un destilado.
Sin embargo los bombones deben servirse en una cestita y nunca deben colocarlo en el platito del café, como suele hacerse en bares; tanto porque el contexto es diferente como porque los invitados pueden querer más de uno.
Perfecto con un ron añejo, un whisky de turba, el chocolate se presta para desempolvar algunos licores olvidados, que están volviendo a la moda, como Amaretto, Cocoa Liqueur, Myrtle.
O un clásico, una copa de Barolo Chinato.