Cuando se trata de estar en la mesa, todos tratamos de dominar siempre un mínimo de etiqueta, pero si el menú incluye pollo, a menudo nos preguntamos cómo lidiar con la situación: ¿come con las manos o solo tiene que usar un tenedor y un cuchillo? ¿Cambia algo si está en casa o en un restaurante?

Aquí está lo que dice la etiqueta.

No se puede comer el pollo con las manos, independientemente del tipo de receta.

Si es un pollo cortado en trozos, deje que los demás elijan la pieza deseada, hasta que el propietario lo invite a hacer lo mismo.

Si es el dueño de la casa, deje que los invitados elijan primero.

Cuando sea su turno, no agite y mezcle las piezas en busca de su favorito, actúe con elegancia y rapidez.

A menudo, el pollo se sirve directamente con la guarnición. En ese caso, evalúe cuidadosamente la cantidad a la que tiene derecho, de modo que quede suficiente para los demás.

Siempre use los cubiertos de servir que acompañan el plato para servir el pollo, nunca lo haga con las manos o sus cubiertos personales.

Es mejor dejar algo de carne alrededor de los huesos en lugar de atacar al pollo agarrándolo con las manos.

No es posible limpiar el pollo entero colocándolo en un lado del plato y luego comiéndolo.

En cambio, es necesario retirar un pedazo de carne a la vez y comerlo de inmediato.

Las piezas separadas con cuchillo y tenedor se deben comer de una sola vez a menos que sean demasiado grandes.

En el caso de que el pedazo que ha comido contenga huesos, se quita de la boca discretamente con una mano y luego se colocan en una esquina del plato.

Discreción no significa cubrirse la boca con una servilleta: este gesto, de hecho, haría que la operación sea más descarada.

En la mesa, la etiqueta prohíbe los palillos de dientes: si queda un trozo de pollo entre los dientes, es bueno ir al baño para retirarlo.

En ocasiones formales, las alitas de pollo nunca deben servirse, ya que son realmente complicadas de comer con cubiertos.

Si otro comensal come pollo con las manos, debe evitar imitarlo.

No es cortés lamerte los dedos en caso de que se unjan: es mejor usar una servilleta.