El considerable grosor, los rellenos y salsas que comienzan a verterse tan pronto como se acerca a la boca son dignos de un ataque de pánico, así como de una vergüenza total, especialmente porque es precisamente cuando alguien lo muerde ¡míranos nosotros!
Así que aquí, también en este caso, la etiqueta moderna de los buenos modales es útil.
Veamos cómo lidiar con este problema para salir de modo estiloso de esta situación
Use sus manos
A menudo se cree que comer con las manos no es educado, pero la verdad que existen alimentos que se deben comer sin cubiertos.
Piense en algunas frutas, pan o mariscos. ¿Alguna vez cortaría una cereza con un cuchillo? Por ello lo mejor es enfréntarlo con decisión y sin dudas.
Córtela con los cubiertos
Sin embrago puede usar los cubiertos para dividir la hamburguesa.
Haga un corte de 12 a 6, es decir por la mitad. Gire la hamburguesa y haga un nuevo corte de 6 a 12. Así tendrá 4 cuartos.
Posteriormente deje los cubiertos a un lado y tome cada porción con la mano.
Para comer un sándwich también es válida la norma.
Aplástelo
La hamburguesa es demasiado gruesa para ser mordida sin ser antes previamente aplastada.
Por ello, antes de comerla, presiónela en sus manos para reducir su grosor y mezclar los ingredientes.
No ejerza demasiada presión porque terminaría reduciéndolo a una papilla y la probabilidad que los ingredientes salgan por la parte opuesta que muerda es mayor.
Coloque bien sus dedos
Hay un método preciso para comer una hamburguesa, coloque los pulgares y meñique debajo y presione la parte superior con los otros tres dedos.
Al usar el pulgar y el meñique para coger la parte inferior del pan, le asegura que los rellenos no se deslicen y caigan por los costados.
Con los 3 dedos restantes puedes sostener la parte superior del pan para tenerla cubierta al máximo.
Antes de coger la hamburguesa, asegúrese que ningún ingrediente esté colgando por los lados del pan
No abra excesivamente boca
Por mucho que haya tratado de reducir el grosor de su hamburguesa, siempre permanecerá alto.
No de bocados grandes, ya que cuanto más grandes sea el bocado mayor será la probabilidad que los rellenos se salgan del pan.
Además, siempre es de buena educación masticar con la boca cerrada y tomar bocados más grandes dificultará esta tarea.
Aún así no abra la boca por completo, cuando todavía la hamburguesa está en el plato. Espere a que esté cerca de su boca.
La guarnición
Por la misma razón que la hamburguesa se come con las manos, no es posible y no sería correcto asociarla con una guarnición de verduras o cualquier otra cosa que requiera cubiertos.
Al pedir una hambuerguesa, se supone que toda la comida será fácil de comer.
Piense en los inconvenientes de tener que bajar la hamburguesa cada vez, limpiarse las manos, tomar los cubiertos, comer un poco de guarnición y comenzar de nuevo.
Tenga disponible una servilletas
La posibilidad de que los jugos o rellenos se derramen y ensucien es alta, por ello asegúrase siempre tener una servilleta cerca para limpiar cualquier derrame o mancha no deseados.
En resumen: disfrute de este momento sin preocupaciones, el bon ton le permite usar sus manos, así que … ¡disfrútelo!