Las joyas pueden ser el mejor complemento, siempre y cuando las sepamos combinar de la manera justa en base al momento del día y de la ocasión, así cómo al tipo de vestido o ropa que luzcamos.
En este caso la regla de menos es más sigue prevaleciendo. Es preferible llevar unos pendientes y un anillo ya sea de oro, con o sin piedras preciosas o una bisutería fina y delicada, a sobrecargarse de piezas de bisutería de mala calidad.
La lección personal de la joyería o la bisutería radica en una mezcla de sencillez y discreción. Durante el día podemos utilizar bisutería o accesorios combinados con otros materiales (madera, nácar, etc.) dejando de un lado los elementos brillantes como los diamantes o strass, así como el oro recargado o el platino. La plata y las piedras de color, también son adecuadas.
Las joyas perfectas actos formales
Para las ocasiones formales así como para asistir a los actos nocturnos podemos usar joyas más brillantes, clásicas o de bisutería fina.
Si el acto al que vayamos asistir, además de celebrarse de noche es muy formal, podemos lucir nuestras mejores joyas, pero sin exajerar, siempre manteniendo una coherencia con nuestro estilo. Recordando siempre que protocoloariamente el reloj, por muy de alta joyería que sea, no está bien visto con los vestidos largos de noche.
Si hemos decidido lucir un broche brillante, será mejor evitar el collar para llevar a cabo la máxima de que «menos es más».
* Atención al tipo de vestido que luzcamos, evitaremos lucir joyeria muy llamativa si nuestro look es brillante o usamos prendas de terciopela, ya que daremos una imagen muy barroca y poco elegante.
Las joyas perfectas para ir al trabajo
Para la oficina, usar joyas exageradas no es apropiado. Lo más indicado en esta ocasión son anillos sencillos, pendientes en función del peinado o del resto de complementos o una simple cadena o gargantilla como mucho.
*Atención, si usamos jerseys de cuello alto, cardignas y elementos oversize de lana evitaremos collares muy llamativos. Mejor usar bisuteria o joyas muy finas, un pendiente pequeño o una pulsera sencilla dará el toque perfecto a nuestro look.
Las joyas perfecta para una boda
Antes de elegir las joyas para llevar a una boda hay que tener en cuenta el vestido. Si prefieres un traje más atrevido, las joyas también pueden serlo, pero si tu look va a ser clásico es mejor que te quedes con una opción que siempre triunfa: oro o plata, acompañados quizás de piedras preciosas.
No mezcles diferentes colores en tus joyas. Si optas por el oro, es mejor que uses tus pulseras, anillos y pendientes de oro. Combinar diferentes metales y piedras preciosas sólo conseguirá que el conjunto desentone.
El peinado también es importantísimo para la elección. Si llevas un recogido te puedes permitir unos pendientes un poco más largos, pero si has elegido un sombrero o tocado es mejor optar por unos pendientes más pequeños.
Dice el protocolo que las mujeres sólo han de llevar reloj pequeño o reloj joya a las bodas. Y que, en caso de no tener, es mejor no llevar ninguno.