Regalé un curso de protocolo y etiqueta para adolescentes a mi sobrina de 14 años, ya que le encanta todo lo que tiene que ver con el protocolo y ceremonial. Fué un curso de duración de un mes. Maria José acudia a casa dos veces por semana y le enseñó absolutamente todo, como es la postura correcta, el saludo, argumentos de conversación, comportamiento adecuado en diferentes situaciones y lo que más le gustó a mi sobrina como comportarse en la mesa. Volveré a regarlo sin duda.