¿Ha organizado una cena, no precisamente informal, y el menú incluye varios platos? ¿Cuál es la secuencia correcta para ofrecer a sus invitados los fabulosos platos que ha preparado?
Sí, incluso en este caso hay reglas a seguir y estamos aquí para ayudarle.
Simplifiquemos nuestra vida y descubramos la secuencia correcta de platos, también en función de temperaturas y sabores.
Primero se deben servir los aperitivos calientes, solo después se pueden proponer los fríos.
Una vez terminados los aperitivos, es el turno de los primeros platos: primero se sirven los que tienen un sabor más delicado y avanza poco a poco hacia los más intensos.
En cuanto a los segundos platos, el principio es el mismo: pasar de los sabores más ligeros a los más decisivos permite degustar todos los matices de los platos, por lo que es recomendable, por ejemplo, llevar primero el pescado a la mesa, luego la carne.
Si ha preparado varios platos principales de carne, asegúrese de que los invitados prueben primero la carne blanca y luego las rojas.
Si ha pensado en una selección de quesos, sírvalos después del plato principal y guarniciones.
Después de los quesos puedes servir los postres y solo después de la fruta.
Algunos platos se pueden servir dos veces, otros no: se contempla un bis del plato principal o aperitivo, pero es aconsejable no servir nunca dos veces un consomé, sopa, queso o fruta.
Y, por supuesto, presta atención a las copas: no olvides cambiar las copas de vino cada vez que abras una botella diferente.
Finalmente, cuando termine la comida, es de buena educación servir café y bebidas en la sala de estar, si tiene una, y no en la mesa.
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